El crecimiento explosivo de los servicios “Compre ahora, pague después” (BNPL) no es sólo una opción de financiación conveniente; es una señal de advertencia de una creciente tensión financiera para millones de estadounidenses. El veterano de la industria Nigel Morris, cofundador de Capital One y uno de los primeros inversores en Klarna, advierte que el uso cada vez mayor de BNPL, incluso para necesidades básicas como alimentos, indica una vulnerabilidad económica cada vez mayor. Las cifras confirman sus preocupaciones: 91,5 millones de estadounidenses utilizan ahora BNPL, y el 25% financia alimentos a principios de 2024, según Empower.
La creciente ola de incumplimiento
Este no es el gasto discrecional para el que se comercializó originalmente BNPL. Los prestatarios no sólo compran artículos de lujo; están utilizando estos servicios para cubrir costos esenciales. Lo que es más alarmante es la creciente tasa de impago: el 42% de los usuarios de BNPL realizaron al menos un pago atrasado en 2025, frente al 39% en 2024 y el 34% en 2023, según LendingTree. Esta tendencia no es aislada; apunta a un problema sistémico que refleja las condiciones que precedieron a la crisis hipotecaria de 2008, pero con una diferencia crítica: es en gran medida invisible.
El problema de la deuda fantasma
La mayoría de los préstamos del BNPL no se informan a las agencias de crédito, lo que crea lo que los reguladores llaman “deuda fantasma”. Esto significa que los prestamistas no tienen forma de saber si un prestatario ha obtenido varios préstamos en diferentes plataformas. El sistema crediticio funciona a oscuras. Como explica Morris, “si soy un proveedor que compra ahora y paga después y no estoy verificando los datos de la oficina, no estoy suministrando datos de la oficina, no me doy cuenta del hecho de que Nigel puede haber retirado 10 de estas cosas en la última semana”.
Los datos no mienten
Los datos de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) revelan el alcance del problema: el 63% de los prestatarios solicitan múltiples préstamos simultáneos y el 33% obtiene préstamos de múltiples prestamistas del BNPL. En 2022, una quinta parte de los consumidores con historial crediticio financiaron compras con BNPL, frente al 17,6% en 2021. Casi dos tercios de los prestatarios tienen puntajes crediticios más bajos, y los solicitantes de alto riesgo fueron aprobados el 78% de las veces.
El vacío regulatorio
La inacción regulatoria agrava el problema. Inicialmente, la administración Biden intentó tratar las transacciones de BNPL como compras con tarjeta de crédito, colocándolas bajo la protección de la Ley de Veracidad en los Préstamos. La administración Trump cambió de rumbo y la CFPB, bajo recientes cambios de liderazgo, ha restado prioridad a la aplicación de la ley. El propio informe de la agencia, que se centra únicamente en los prestatarios primerizos, afirma que las tasas de reembolso son elevadas, mientras que la tasa general de morosidad se mantiene en el 42%. Esta discrepancia resalta la brecha de datos: carecemos de visibilidad del comportamiento de los prestatarios a largo plazo, especialmente aquellos que hacen malabarismos con varias cuentas.
La expansión hacia los préstamos B2B
BNPL no se limita al gasto de los consumidores. Las empresas ahora están avanzando agresivamente hacia los préstamos de empresa a empresa (B2B), donde los proveedores extienden crédito a los compradores. El mercado de crédito comercial representa 4,9 billones de dólares en cuentas por pagar, cuatro veces más que todo el mercado de tarjetas de crédito de Estados Unidos. Los proveedores de BNPL afirman que el gasto de las pequeñas empresas aumenta un 40% cuando acceden a este tipo de financiación.
La Titulización del Riesgo
La deuda subyacente se está empaquetando y vendiendo a inversores. Elliott Advisors compró la cartera de préstamos británica de Klarna por 39 mil millones de dólares, KKR acordó comprar hasta 44 mil millones de dólares en deuda BNPL de PayPal y Affirm ha emitido alrededor de 12 mil millones de dólares en valores respaldados por activos. Esto refleja el manual de las hipotecas de alto riesgo: dividir la deuda riesgosa, venderla a los inversores y ocultar la exposición real.
Una crisis inminente
La convergencia del aumento del desempleo (4,3%), el fin de la indulgencia de préstamos estudiantiles y un vacío regulatorio crean un cóctel peligroso. El peligro real no es sólo la deuda del BNPL en sí, sino los efectos en cascada sobre otros productos de crédito al consumo. El Banco de la Reserva Federal de Richmond advierte que el riesgo sistémico del BNPL proviene de sus efectos indirectos. Los prestatarios tienden a priorizar los pagos de BNPL sobre deudas más grandes, lo que genera incumplimientos en tarjetas de crédito, préstamos para automóviles y préstamos para estudiantes.
La comparación de burbujas de IA
Si bien la burbuja de la IA domina los titulares, la crisis del BNPL sigue en gran medida pasada por alto. La burbuja de la IA es visible, pero el problema del BNPL permanece silencioso y afecta a los estadounidenses más vulnerables. El champán fluye en ciertos sectores, pero las vulnerabilidades económicas subyacentes siguen sin abordarse. Cuando la deuda de los consumidores se vuelva insostenible, el sufrimiento será generalizado e incluso los capitalistas de riesgo sentirán el impacto.
Conclusión: El auge del BNPL no es sólo una tendencia financiera; es una señal de advertencia de una crisis de deuda que se está gestando. La inacción regulatoria, junto con la expansión de los préstamos B2B y la titulización del riesgo, crea un entorno peligroso. La silenciosa crisis de la deuda se está desarrollando y las consecuencias serán de gran alcance
